lunes, 5 de octubre de 2015

LA EDUCACIÓN MUSICAL EN EDUCACIÓN INFANTIL. EL DESCUBRIMIENTO DEL SONIDO Y DEL SILENCIO. CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LAS ACTIVIDADES MUSICALES. LOS RECURSOS DIDÁCTICOS

  LA EDUCACIÓN MUSICAL EN LA EDUCACIÓN INFANTIL.



La Educación musical en Educación Infantil tiene como finalidad principalmente:
  Educar la sensibilidad para, a través de ella, captar el mensaje musical (comprender la música).
  Desarrollar las capacidades y cualidades musicales.
  Educar el oído, la voz y el ritmo (los 3 elementos imprescindibles de la educación en esta etapa).
Estos serán, por tanto, los objetivos generales a lo largo de la etapa, para lo cual el niño ha de adquirir una educación auditiva relacionada con los conceptos del sonido y silencio:
o    Un descubrimiento de las cualidades del sonido.
o    Una educación rítmica, del canto y la danza.
La educación sensorial tiene un lugar primordial en la educación musical, ya que será el punto de partida para despertar otras facultades humanas.
Los medios a emplear han de ser activos y estimulantes, de tal manera que:
·         Inciten a la curiosidad del niño hacia los sonidos.
·         Despierten el interés hacia los ritmos, melodías y movimientos corporales.
Es decir, experiencias vivenciales sin tener que profundizar en los conocimientos. Los juegos y ejercicios que se promueven a este nivel irán dirigidos a trabajar:
·         La discriminación visual, auditiva y táctil.
·         El conocimiento del espacio, sus direcciones y formas.
·         La precisión de movimientos.
·         El equilibrio.
·         Nociones temporales, sobre todo la de orden.
Y además desarrollarán:
·         La memoria visual y auditiva.
·         La sensibilidad.
·         La capacidad estética.
·         Armonía gestual.
·         La imaginación.
·         La creatividad.
Las actividades no sólo cubrirán un único fin pedagógico, ya que en ellas se responde a diferentes aspectos y objetivos. Por lo tanto, hablaremos de actividades de expresión global y su nivel de realización tendrá un carácter progresivo. De aquí que se concluye que en la Educación musical se da un proceso de aprendizaje en el que se distinguen dos momentos consecutivos:
·         Trabajo inconsciente, en el que el niño escucha o expresa a través de la música, sin darse cuenta de ello.
·         Trabajo consciente, en el que el educador, oportuna y progresivamente, irá haciendo consciente al niño de sus propios aprendizajes.
En este proceso de aprendizaje se suceden varias etapas:
  ESCUCHAR un amplio abanico de sonidos en el que ya puede empezar a ver y distinguir los diferentes sonidos.
  IMITAR en un principio, una mera repetición de sonidos sin tener consciencia de lo que ha repetido y poco a poco, será capaz de reproducir conscientemente lo que ha escuchado. Estos ensayos (imitaciones y repeticiones) son imprescindibles para conseguir el dominio de las habilidades musicales que permiten la interpretación de los sonidos escuchados.
  RECONOCER y distinguir entre diferentes sonidos escuchados anteriormente. A través del reconocimiento el niño identifica lo que escucha.
  REPRODUCIR, repetir sin un modelo inmediato lo que anteriormente ha escuchado y ha imitado.
  EL DESCUBRIMIENTO DEL SONIDO Y EL SILENCIO.
Desde el momento del nacimiento, al principio de una forma indiscriminada, el niño es sensible a los sonidos, pero con el paso de las semanas y meses va perfilando sus posibilidades discriminatorias.
El niño descubre los sonidos y asocia fácilmente el sonido con la situación emotiva en la que se produce. Para que el niño llegue a conocer adecuadamente los sonidos, son indispensables dos condiciones:
·         Que se repitan con cierta frecuencia.
·         Que después de los comienzos de su percepción, al sonido se le asocien la palabra que define la persona, objeto o situación de aquello que está sonando.
  DESCUBRIMIENTO DE LAS CUALIDADES DEL SONIDO.
El oído es el órgano principal del entendimiento auditivo. El oído está casi totalmente desarrollado al nacer, lo que aún no está desarrollado son las áreas que contienen los órganos sensoriales de la audición y esto hace que la audición se encuentre en el nivel más bajo de todas las sensibilidades.
El niño reacciona ante los sonidos con parpadeo, sacudida del cuerpo, llanto,... de 1'5 a los 3 años se va desarrollando progresivamente la identificación y discriminación de los diferentes sonidos. Después de los 3 años puede discriminar un elemento dentro de un determinado sonido (cama-casa). Así reconocerá melodías y podrá seguir el compás de un ritmo fácil.
Los sonidos no sólo se oyen. Con su propio cuerpo o con los objetos que manipula, el niño también puede crear sonidos. Descubre esta capacidad a muy temprana edad y experimenta con todo aquello que suena, su voz, las modulaciones de los sonidos que surgen de su garganta o su boca, sus manos que golpean alguna parte de su cuerpo o cualquiera de los objetos a su alcance.
En esta etapa el niño aprende a distinguir una cosa de la otra, a la vez que adquiere un lenguaje que le permite definir las cualidades de cada una de estas cosas. Igualmente, aprenden a diferenciar las cualidades de los sonidos. Éstas, con algunos de sus atributos, son las siguientes:
  ALTURA: depende de la rapidez con que se produzcan las vibraciones de los cuerpos sonoros. A más rapidez, más vibraciones, y, por lo tanto, mayor elevación del sonido.
El movimiento ascendente y descendente de los sonidos se realizará con la voz, la flauta o armónica; es decir instrumentos simples en los que se ve muy bien el paso de lo grave a lo agudo.
Los juegos con sonidos graves y agudos se trabajarán progresivamente con una dificultad creciente, con el fin de fomentar en el niño la atención, ya que paulatinamente los sonidos estarán cada vez menos alejados entre sí. Desde pequeños acostumbraremos a los niños a retener sonidos e imitan pequeñas melodías con el mismo criterio de dificultad creciente.
Comparemos las diferencias de agudo y grave: primero, en los materiales conocidos y, después, se buscarán otros nuevos que puedan clasificarse y ordenarse según la altura del sonido.
  INTENSIDAD: depende de la amplitud de las vibraciones y ésta a su vez depende de la fuerza con que se haya producido esa vibración. Puede ser fuerte o débil, con ella se reflejan el énfasis y los sentimientos.
Para enseñar a los niños la diferente intensidad de los sonidos, se aprovecharan los momentos en que se produzcan dichos sonidos: un trueno, lluvia, un frenazo de un coche,...
  DURACIÓN: es el valor temporal de las cosas, sonidos largos o cortos.
  TIMBRE: (o color) sonidos producidos por diferentes materiales las diferencias tímbricas no sólo dependen de las características del cuerpo sino también de la forma de tocarlo. Así, es diferente rasgar, golpear,... por eso un mismo sonido suena diferente si es tocado por diferentes instrumentos.
Adecuar el oído a la discriminación tímbrica se consigue mediante la práctica de escuchar los diferentes sonidos de la vida diaria. Así el oído se va acostumbrando a las diferencias de timbre y con su memorización o retención reconocerá objetos, instrumentos, etc.
  DESCUBRIMIENTO DE LAS CUALIDADES DEL SILENCIO.
Sólo a partir del silencio puede iniciarse una educación del oído y, en definitiva, una educación musical.
El silencio desde el punto de vista real, constituye la ausencia total de sonido. El silencio absoluto no existe, pues continuamente se están produciendo sonidos. Desde el punto de vista musical, el silencio puede tener diversos significados:
·         Interrupción, más o menos larga, del canto o discurso instrumental que se indica con signos especiales en la música escrita.
·         Significación expresiva.
El silencio, en el discurso musical, tiene un rol expresivo igual que el del sonido. La educación del silencio permite seguir una mayor agudeza del oído. La adquisición de esta noción y su automatismo es una consecuencia normal de la vivencia del sonido.
El objetivo principal es que los niños sean sensibles al silencio. Esta ejercitación contribuirá significativamente a la adquisición del sentido del orden.
El proceso de captación de los sonidos y silencios sigue varias fases:
  El maestro proporciona un ambiente adecuado al niño a través de actividades cotidianas.
  El maestro hará que el niño tome conciencia de la discriminación, haciéndole sentir el silencio.
  Ejercitación sistemática de esa discriminación en la que el niño tiene mayor conciencia y discrimina más claramente ambos conceptos.
  El niño hace música organizando los sonidos y los silencios. Es capaz de inventar una pequeña música en la que tiene en cuenta, silencios, cuando se dan estos, compases.
  Entre los 5-6 años, los niños aprenden a escoger el ambiente sonoro adecuado. El niño ha asimilado las diferencias y toma las decisiones a nivel personal.
  CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LAS ACTIVIDADES MUSICALES.
Los principales elementos de la música con el ritmo, la melodía y la armonía.
El ritmo es el elemento básico e imprescindible para llegar a la melodía. Cuando ésta aparece lo hace totalmente integrada en el ritmo, de la cual no se podrá desvincular.
La armonía engloba el ritmo y varias melodías. Este orden es el que debemos respetar en la sistematización de la educación musical. En Educación Infantil no se trabaja la armonía, ya que es necesario haber alcanzado el nivel madurativo completo.
  CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS GENERALES.
A la hora de seleccionar las distintas actividades musicales el profesor deberá tener en cuenta distintos criterios:
·         El psicopedagógico: deberán respetarse las edades, intereses y necesidades, características individuales, aptitudes de los niños proponiéndole en este sentido unos niveles de imitación o de abstracción según el desarrollo intelectual y motórico observando nivel de concentración y fatiga.
·         El cultural viene marcado por las tradiciones, fiestas, folklore,...
·         El tipo de actividad que se vaya a desarrollar.
·         El nivel social y económico en que se desenvuelve el grupo.
En cuanto a las características de las actividades:
·         En las actividades es necesario que siempre haya variación y equilibrio entre las de poco movimiento corporal y la de gran excitación.
·         Cuando el maestro observe en el curso del día poca atención en su grupo, es aconsejable aprovechar cualquier juego de educación musical. Este servirá como una inyección de energía.
·         Las actividades que se programen deberán llevarse a cabo en forma progresiva y secuenciada.
·         Es necesario combinar actividades ya dominadas con los nuevos conocimientos.
·         Los maestros deben tener un repertorio de juegos y cantos amplio.
·         Las actividades deberán adecuarse al índice de madurez de los niños.
·         Las actividades musicales deberán coordinarse en tal forma que a ninguno de los aspectos se le dé más importancia que a los demás.
  CARACTERÍSTICAS Y CRITERIOS POR EDADES.
LA CANCIÓN
·         La letra de la canción debe poseer contenidos acordes con los intereses del niño.
·         Lenguaje simple y comprensible, fácil de memorizar. Para los niños de 3 años lo más recomendable es una sola estrofa.
·         La melodía debe adaptarse a la extensión vocal de los niños. Se puede comenzar con canciones de tres sonidos (mi-sol-la) a los 3 años. Los de 4 podrán ampliar el registro y algunos podrán llegar al “do” agudo. Los de 5 podrán cubrir la extensión “do” grave - “do” agudo.
·         El ritmo de las canciones no debe presentar dificultades en la combinación de valores:
o    A los 3 años, el ritmo debe estar formado por blancas y negras.
o    A los 4 años incluir alguna negra con puntillo.
o    A los 5 años se pueden emplear corcheas y semicorcheas.
·         La tonalidad debe ser tenida en cuenta, no son aconsejables los tonos con muchos sostenidos y bemoles.
Las canciones podemos tomarlas del folklore regional, canciones infantiles, populares de corro, comba, nanas, imitación de animales, villancicos.
En cuanto a las canciones rítmicas, que incluyen canto y movimiento rítmico a la vez, hemos de tener en cuenta que es muy difícil para los niños realizar las dos cosas a la vez.
AUDICIÓN DE CANCIONES Y MÚSICA GRABADA
·         De 0 a 3 años: oír música significa escucharla, y esto exige una atención. La atención de los niños pequeños es muy dispersa, de corta duración y superficial. Hay que ir educándolos lentamente. Su progreso es paralelo a su maduración.
La audición abarca desde “escuchar” al educador, que canta una canción o tocar un instrumento (esta actividad es fundamental para iniciar a los niños en la audición) hasta escuchar la grabación de algún autor clásico, popular o moderno, buscando por encima de todo que no sea excitante, pues producirá un efecto contrario (movimiento y distracción) al que buscamos: atención.
El tipo de audición debe ser muy breve (escasos minutos). No hay que pretender que los niños estén atentos durante todo el fragmento, sólo atienden al comienzo y después su atención es intermitente.
A instancias del educador el niño puede realizar un trabajo de análisis muy elemental, del contenido musical: distinguir entre canto y orquesta o entre solista y coro.
·         De 4 a 6 años: lo más importante en este periodo es crear en los niños el hábito de escuchar música. Después de sus primeras audiciones de canciones, que contaremos a los pequeños como si de un cuento se tratara, pasaremos, muy pronto, a la música interpretada con instrumentos musicales en directo o grabada.
Hay que procurar que lleguen a conocer algunos fragmentos de obras musicales y sepan el nombre de la obra y del compositor. Los fragmentos han de ser cortos, nunca se debe cansar ni aburrir. Los compositores han de hacerse familiares a los niños: ¿Qué hacía Mozart cuando era pequeño?, ¿De qué color tenía los cabellos Vivaldi?,...
  LOS RECURSOS DIDÁCTICOS.
Si al iniciarse la Educación Musical, los niños aprenden auditivamente sonidos muy sencillos para poderlos cantar y tocar, hay que cuidar mucho en esta primera etapa que lo que oigan sea percibido con claridad y justeza, y que puedan apreciar algunas de las cualidades de dichos sonidos o ritmos.
Diversos medios audiovisuales pueden utilizarse como recursos para el adiestramiento en la separación de sonidos, para la iniciación en una composición elemental y para perfeccionar el sentido del ritmo y la riqueza de repertorios sonoros. Así, pueden seleccionarse trozos musicales de especial significación o registrarse en cintas magnetofónicas las propias creaciones infantiles para ser posteriormente analizadas, en un proceso de feed-back sencillo.
Las técnicas electrónicas ofrecen posibilidades para el futuro de la educación en el terreno de la creación musical y la instrumentación.
Así mismo, la conjugación de imagen y sonido que es posible conseguir mediante los medios audiovisuales (películas, vídeos, cassettes) permiten hacer interesantes experiencias coordinando por ejemplo, la imagen de la ejecución por el intérprete con el sonido producido.
Puesto que la Educación Musical se considera parte integrante de la Educación Infantil, no será preciso cambiar de aula para realizar las actividades musicales, sino que éstas deberán intercalarse e interrelacionarse con el resto de las actividades escolares.
Podemos situar en la misma clase un rincón de la música. Su organización puede basarse en los siguientes elementos:
·         Biblioteca.
·         Mural para poner noticias musicales y trabajos de los niños.
·         Armario para guardar instrumentos (al menos uno de cada familia: triángulo (metal), caja china (madera), y pandero (de parche)).
·         Un espacio para los instrumentos de artesanía.
·         Radiocasete o reproductor de CD.
·         Cintas o compactos.
·         Armario para guardar material didáctico: cartones de ritmo, láminas de instrumentos, cajas grandes para guardar los materiales que traigan los niños para hacer sus instrumentos, herramientas (para los mayores), flauta o guitarra según sean los conocimientos del profesor.

Es importante que el niño tenga en orden este rincón y maneje el material.
Estimado estudiante: 
Dramatizar una canción en clase, deben usar vestuario. (actividad grupal).

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